Dalila es el nombre de la mujer que protagoniza una de las historias más célebres y difundidas a instancias del Libro de los Jueces, un libro bíblico que integra el Tanaj Hebero y el Antiguo Testamento.
Su historia está en estrecha relación a otro personaje también muy popular de estos libros y de las creencias judeocristianas, como es el de Sansón, un ciudadano hebreo, considerado hijo de Israel y de los últimos jueces israelitas antiguos.
La historia de esta pareja se sucede en un arroyo y valle llamado Soreq, que habría sido un territorio fronterizo entre filisteos y el pueblo israelí descendiente de Abraham.
Vale destacarse que ambos se encontraban enfrentados.
Sansón se destacaba de entre los hombres por su impactante fuerza que le permitía triunfar en cualquier contienda que enfrentaba; todos sus adversarios terminaban derrotados gracias a esa fuerza fuera de lo común.
Solamente con su físico, sin la utilización de arma alguna, Sansón, era capaz de destruir un templo enemigo, de derrotar a un ejército completo o de dominar a un león, y claro, estas hazañas espectaculares causaban un enorme celo en sus enemigos porque deseaban derrotarlo y no podían… hasta que entró en acción la seductora Dalila…
Enviada de los filisteos, enemigos acérrimos de los israelitas, Dalila, logró enamorar a Sansón y luego que este le revele el secreto de su fuerza sobrenatural.
En un comienzo, Sansón, se mantuvo reticente a revelarle ese secreto, sin embargo, la insistencia y el amor que sentía por esta mujer terminaron doblegándolo y le confesó que el secreto de su fuerza estaba en el cabello largo.
Sansón había realizado oportunamente un voto a Dios en el que prometía no cortarse el pelo, siendo ese el impulsor de su fuerza.
Dalila llevó el secreto a los filisteos y estos lograron doblegar a Sansón que terminó derrotado y prisionero de sus enemigos y engañado por una mujer.
La historia tiene un alto valor simbólico en la religión, siendo que con la misma se intenta reflejar la tentación y la mala influencia que una mujer puede ejercer en un hombre enamorado.