Biografía de Isabel de Baviera «Sissi»

Tenía 60 años. Sissi fue esposa del emperador austrohúngaro Francisco José I, Emperatriz consorte de Austria y reina consorte de Hungría. Considerada la última gran emperatriz europea. Bella, culta, de costumbres excéntricas, y una confesa sufriente de las estrictas reglas cortesanas. Nunca se sintió a gusto en Viena, pero sí adoró y sintió como su casa a Hungría. Una vida marcada por la tragedia y un carácter dominado por la melancolía. A lo largo de toda su vida, padeció problemas alimenticios y psicológicos, que se potenciaron con pérdidas familiares y los severos cuestionamientos que recibió de los cortesanos más conservadores. A pesar de que fue acusada de frívola, dispuso de una gran cultura. Escribió poemas, admiró a Shakespeare y leyó a filósofos como Heine, Hegel y Schopenhauer. Foto de Klublu, en el denominado Palacio Achilleion, que le perteneciera a Sissi, próximo a la ciudad de Confu, en Grecia, construido en 1890.

24/12/1837

Nació en la ciudad de Múnich, como Elisabeth Amelie Eugenie Herzogin de Baviera, el apodo de «Sissi» fue una consecuencia del diminutivo con el cual la llamó su familia: «Lisi».

Tuvo nueve hermanos y sus padres fueron Maximiliano José de Wittelsbach, y la princesa Ludovica, hija del rey Maximiliano I de Baviera.

Creció en Possenhofen, en estrecho contacto con la naturaleza y en un clima donde primó la armonía.

Su hermana mayor, Elena, fue la candidata escogida para casarse con el emperador Francisco José I, su primo.

1853

Conoció al emperador Francisco José. Asistió con su madre y hermana a la cita pautada para que ésta última conociese al emperador.

Algo inesperado ocurrió, Francisco José, se enamoró perdidamente de ella, a primera vista; su hermana Elena dejó de ser la opción…

Las familias, especialmente la archiduquesa Sofía, madre de Francisco, no estaba de acuerdo con el “cambio de candidata” impulsado por su hijo, porque consideraba que Sissi no estaría a la altura de las circunstancias para acompañarlo. No tenía roce social, desconocía por completo los protocolos de la corte y era siete años más joven que Francisco, entre otros cuestionamientos.

24/04/1854

Se casaron en la Iglesia de los Agustinos de Viena. Ni bien pisó el suelo del palacio imperial confirmó sus peores sospechas: el conservadurismo, la soledad, y las críticas constantes de su suegra convertirían en un infierno su vida y le impedirían ser esa persona natural que fue en su hogar.

1855

Nació la primera hija del matrimonio: Sofía. Como su suegra la consideraba incapaz de educarla bajo los cánones previstos, la alejó de ella, situación que traumatizó a Sissi.

1856

Dio a luz a su segunda hija, Gisela, pero esta vez se impuso y no le permitió a su suegra que se la llevará. Consiguió el pequeño triunfo de llevarlas con ella a su habitación en el palacio de Hofburg.

29/05/1857

Murió su primogénita Sofía, a causa de disentería, en Budapest, en el marco de un viaje oficial. A pesar de que su suegra le recomendó que no viaje con las niñas por la posibilidad que contraigan alguna enfermedad, hizo caso omiso, y todo terminó en tragedia.

Cayó en una profunda depresión de la cual jamás pudo recuperarse totalmente.

21/08/1858

Nació su hijo Rodolfo, y comenzó su ida y vuelta constante de Viena.

Cuando entraba en las crisis depresivas, armaba las valijas y se alejaba para mejorar su ánimo. Madeira y Corfú, fueron algunos de los destinos elegidos.

En esta etapa se inició su atracción por la cultura griega.

08/06/1867

Fue coronada reina consorte de Hungría. Desplegó un rol clave en mantener a ésta última unida al imperio. Se sentía tan a gusto entre los húngaros que hizo todo lo posible para que Hungría recobrase la condición de estado constitucional y se fusionase con Austria. La pertenencia a la corona fue el punto de unión entre las dos culturas, sin embargo, adoptaron distintos sistemas de gobierno.

1868

Nació su hija menor, María Valeria, con quien estableció una sólida relación de complicidad.

Aceptó la convivencia armónica con la amante de su marido, la actriz vienesa Katharina Schratt, quien se ocupó de satisfacer las necesidades del emperador que ella jamás pudo colmar.

A pesar del profundo amor y admiración del emperador por su esposa le fue infiel con muchas mujeres, incluso, se presume que ella también tuvo varios amantes.

1889

Su hijo Rodolfo apareció muerto. Lo encontraron sin vida junto a su amante, la aristócrata María Vetsera, en un pabellón de caza, en Mayerling.

Hubo muchas especulaciones alrededor de la muerte del sucesor al trono. Se habló de un pacto suicida entre los amantes, pero también de una razón política, fundamentada en sus ideas liberales que resultaban incómodas para muchos políticos de su tiempo.

La tragedia de su hijo terminó por colapsar el ánimo de Sissi que pasó el resto de su vida prácticamente recluida, alejada de Viena, y viajando por el mundo.

10/09/1898

Fue atacada por un anarquista italiano tras abordar el ferry que la llevaría a Montreux. Le clavó un estilete en el corazón.

Su asesino fue detenido inmediatamente después de atacarla. Fue condenado a cadena perpetua y en 1910 se ahorcó en su celda.

Murió en la ciudad suiza de Ginebra, a los 60 años, y sus restos fueron inhumados en la cripta de los Capuchinos, en Viena, a pesar de su deseo de ser sepultada en Corfú. Su esposo impidió que se cumpliese con dicha voluntad porque el protocolo lo impedía.

Post-Mortem

Su vida estuvo rodeada de tantos mitos y leyendas que la industria del entretenimiento no escapó a su encanto y a la tentación de usar su imagen para hacer grandes negocios.

Una de las producciones más valoradas y emblemáticas sobre su historia personal y pública fue la trilogía cinematográfica titulada Sissí (1955), Sissí, la emperatriz (1956) y El destino de Sissí (1957), protagonizada por la actriz Romy Schneider, en el rol de la emperatriz.


Escrito por Editorial para la Edición #111 de Enciclopedia Asigna, en 05/2022.