Historia/mito de Poseidón

Laura Cabrera Guerrero
Historia del Arte
Poseidón es uno de los dioses más importantes y poderosos de la cultura griega, referido con el nombre de Neptuno en la sociedad romana. Dios de los océanos, Poseidón tenía el dominio del mar a su voluntad, y a veces podía provocar verdaderas catástrofes, especialmente si algún pueblo costero lo ofendía de alguna forma. Por lo tanto, era uno de los dioses con más autoridad, al que no convenía enfadar. En el arte, es representado habitualmente con una larga barba, semi desnudo y nunca puede faltar el tridente en una de sus manos, con él domina el mar. Imagen por One

Devorado y atrapado junto a sus hermanos

Poseidón fue engullido por su padre, Crono, debido a la avaricia de este, que sufría ante la idea de que cualquiera de sus hijos le arrebatara el poder, como hizo él mismo con su padre, Urano.

Poseidón permaneció quién sabe cuánto tiempo en el estómago de su padre, junto a Hades, Hera, Deméter y Hestia, sus hermanos, a los que Crono también se tragó.

Tal vez no habrían logrado escapar de no ser por el hermano pequeño, Zeus, al que su madre (Rea) escondió de Crono, y pudo crecer alejado del padre, preparándose para vengarse y derrotarlo.

Zeus liberó con éxito a sus hermanos, y así, el trascurso de la Tierra cambiaría para siempre.

Echándose a suertes los dominios

Hades, Zeus y Poseidón se echaron a suertes qué gobernaría cada uno de ellos, ya que los dioses olímpicos se habían convertido en los líderes del universo y la Tierra, por lo cual debían estar a la altura.

A Hades le tocó el Inframundo, conocido como el Reino de los Muertos. Esto significaba que ya no podría permanecer en el Monte Olimpo, su lugar estaba en la Tierra, en las profundidades de su reino.

A Zeus le tocó el poder más importante: desde aquel momento se convertiría en el Rey de los dioses, en su caso sí se quedaría en el Monte Olimpo, viendo todo desde las alturas y gobernando a dioses, humanos, y todas las criaturas que existieran.

Y Poseidón se quedó con los océanos, los mares… el agua sería su elemento. Por ello, como su hermano Hades, Poseidón tampoco podría vivir en el Monte Olimpo, al menos no regularmente. Su nuevo hogar serían también las profundidades, aunque en este caso las profundidades marinas.

Disputa por Atenas

Tanto Poseidón como Atenea deseaban convertirse en los dioses guardianes de la ciudad de Atenas, cada vez más habitada y poderosa. El problema era que sólo uno de ellos podía ocupar ese lugar, y así comenzó la competición entre ambos.

Existen diferentes versiones sobre la resolución de este conflicto, por un lado, se atribuye la victoria de Atenea por medio de los propios atenienses, ellos mismos votaron al dios que preferían para su ciudad. Los hombres votaron a Poseidón, y las mujeres a Atenea. Finalmente, ganó la diosa por un único voto de diferencia, pues en Atenas había una mujer más que el número total de hombres. Cuentan que Poseidón no aceptó la derrota, y, resentido, provocó una gran inundación, para castigar a los atenienses.

Sin embargo, la versión más extendida narra que cada uno de los dioses aportó algo distinto para la ciudad. Poseidón golpeó una roca con su tridente, y de allí comenzó a brotar, una fuente. El problema es que era de agua salada, por lo tanto no servía para consumo o para cultivo.

Atenea, en cambio, optó por plantar un olivo. Las olivas que salían de este se convirtieron en un valioso alimento, y al prensarlas los atenienses obtenían aceite, conocido como “el oro líquido”, muy bueno para cocinar o conservar alimentos.

De un modo u otro, Atenea fue la ganadora (de ahí a que la ciudad se llamara Atenas, a partir de ella) y Poseidón tuvo que aceptar (de muy mala manera) su derrota.

Muchos amores y mucha descendencia

El dios del mar se casó con Anfítrite, una antigua divinidad marina (Salacia en latín). Se desconoce quiénes podían ser sus progenitores, por lo que se habla de ella tanto como nereida a como una oceánide, y, por tanto, una ninfa del océano.

El matrimonio sólo tuvo dos hijos: Tritón y Bentesicime.

Sin embargo, Poseidón era parecido en cuanto a carácter a su hermano Zeus, y también tuvo muchas aventuras sexuales, algunas verdaderamente escandalosas. Tuvo muchos más hijos (sin llegar al nivel del menor de los hermanos). Entre su numerosa descendencia, fue padre de algunos héroes, el más destacado fuera posiblemente Teseo, que consiguió escapar del laberinto de Creta y matar al terrible monstruo que lo habitaba, el Minotauro.

También era padre de Polifemo, el más famoso de los cíclopes, que fue cegado por el héroe Ulises (Poseidón no lo soportaba y herir a su hijo fue ya la gota que colmó el vaso, por eso provocó naufragios y el viaje de vuelta a Ítaca fue tan extenso, toda una Odisea).

Entre sus aventuras amorosas, Odiseo se encaprichó de la pobre Medusa, y aunque esta no tenía ningún interés por el dios, acabó forzándola en un templo sagrado de Atenea. Y la diosa se sintió terriblemente ofendida, y pagó todo su enfado con Medusa, por ello la convirtió en una gorgona y más tarde ayudó a Perseo, le indicó que debía hacer para matarla. Cuando este cortó la cabeza a Medusa, surgieron dos criaturas de entre toda la sangre derramada: el joven Crisaor y Pegaso, un caballo alado. Ambos pueden ser exclusivamente hijos de Medusa, de su sangre mágica. Y otros optan por señalar que en realidad son también hijos de Poseidón.

Unas murallas colosales

Hubo una ocasión en la que Apolo y Poseidón se pusieron de lado de Hera, contrarios a las ideas de Zeus. Al rey de los dioses, esto no le sentó nada bien, y sintiéndose traicionado, decidió castigar a su hijo y a su hermano.

Los rebajó de su categoría de dioses, poniéndolos al servicio de Laomedonte, el rey de Troya por aquella época. Ambos dioses debían servir al rey (¡a un mortal!) en aquello que gustara y requiriera, no podrían negarse.

Laomedonte les pidió que construyeran unas gigantescas murallas alrededor de la ciudad, murallas que resultaran inquebrantables y que ningún ejército pudiera destruir. A cambio, el rey les prometió toda clase de recompensas, sacrificios y celebraciones en su honor.

Apolo y Poseidón hicieron un trabajo estupendo, construyeron las murallas más resistentes que jamás habían existido, pero el rey troyano olvidó sus promesas, y no hubo ceremonias, celebraciones o recompensas.

Poseidón, furioso y sintiéndose engañado, envió a un monstruo marino a las costas de Troya, que permaneció allí durante años, al acecho, hasta que Hércules consiguió liquidarlo.


Autora

Escrito por Laura Cabrera Guerrero para la Edición #17 de Enciclopedia Asigna, en 09/2011. Laura es estudiante avanzada en la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Barcelona. Aficionada a leer y escribir sobre la historia, el arte, la mitología, la música y la literatura.